"HAY QUE MOSTRAR LO QUE TIENE EL CORTO BAJO LA MANGA"
 En medio de la vorágine que significa la organización de una muestra de cortometrajes, Jaime Muñoz, presidente de la 10* edición del Festival Chileno Internacional de Cortometraje de Santiago de Chile se dio el tiempo para repasar la evolución que ha tenido este certamen y cómo se ha ido consolidando en el circuito latinoamericano de festivales de cortometrajes. Luego de una década, Muñoz nos cuenta que "hay un público que ha crecido con y junto a nosotros". Esta consciente de los nuevos desafíos que tiene el festival para continuar con su crecimiento y de las limitantes que tienen los realizadores de cortos, tema que también abordó en esta conversación.
¿Recuerda como nació la idea de hacer un festival de cortos en Santiago?
Al principio era un encuentro con los contactos de la escuela Arcos, establecí comunicación con diferentes organismos, intercambiamos cosas, contacté algunos realizadores, busqué los primeros trabajos con recursos del FONDART. Nuestros primeros pasos se realizaron en el centro de Extensión de la Universidad Católica y se llamaba encuentro de cortometrajes, no contábamos con mas de 17 cortos y lo interesante era que en la inauguración ya había mucha gente y mucho interés por el tema. Así nos dimos cuenta que había un espacio para el corto en Chile.
¿Cuanto ha crecido el festival desde sus inicios?
Empezamos con 17 cortos y fuimos creciendo en número, posteriormente lo realizamos en el Centro de Extensión Alameda y comenzaron a incorporarse otros países como Brasil. Emigramos de este lugar por problemas de capacidad y por la búsqueda de salas de cine aptas para estos eventos. Esta búsqueda intentaba revindicarnos con las salas de cine y no los espacios alternativos o marginales, luchamos porque el corto no quedara en el estatuto "underground", si bien nos interesaba y gustaba esa atmósfera, era la sala a la cual nosotros aspirábamos. Esa fue nuestra estrategia para que el corto sea un genero cinematográfico en plenitud y fuera aceptado por un público que lo sabe apreciar y que le gusta como es.
¿Qué aspectos destacaría de estas nuevas camadas de creadores?
Con el tiempo se ha producido un cambio muy importante, la gente comprende mejor lo que es construir un sentido, hay mas oficio en este arte del cine, que es un arte de comunicación y no sólo de expresión, pues los primeros cortos chilenos eran demasiado centrados en la expresión, no había un dialogo con la audiencia, no estaba hecho para ella. Eso ha ido mejorando a través del guión, del manejo de la estructura dramática y por un mejor manejo de los recursos y limitantes del corto, hay una adquisición y mejora de las herramientas hasta ahora.
¿Este año hay una gran presencia internacional, en el festival se están mostrando cortos de 31 países, ?cómo asimila esta gran participación internacional?
Consideramos esto como una consolidación, los objetivos de antaño se consiguieron plenamente, hemos instalado el corto en el espacio de la sala de cine, en la mejor sala que tiene Chile. Este festival esta considerado uno de los mejores de América latina, junto con el de Río de Janeiro, Brasil.
 Cuales son los desafíos para un próximo festival de cortometrajes?
La próxima etapa en cuanto a festival es una notable mejoría de la calidad, pues ya hay un publico que creció con nosotros. pasó del hermetismo de un comienzo donde no se entendía bien lo que se quería decir. Nuestro próximo paso es superar las expectativas en la imagen, sonido, historias, guiones, en los actores, buscamos responder a todo eso siendo mas selectivos pues la primera fase de composición esta lograda. En un comienzo la selección estaba destinada a tomar en cuenta la precariedad de la cual los países pobres como los nuestros producen y, por lo tanto, no es la misma exigencia de los países con industria cinematográfica, pero ahora llegó el momento de seleccionar lo mejor y abrir un campo mas definido en el área comercial, pues acá, en Cine Hoyts, es sólo vitrina, hay que mostrar lo que tiene el corto bajo la manga.
¿Cual es la realidad del corto chileno respecto a los internacionales?
Habría que dividir en dos, los países que poseen políticas aunque sean pobres y los que no las poseen como el caso chileno. En el caso de México apostaron al corto, a 35 milímetros, se la están jugando, muchas de ellas son obras primas, se busca promover la industria audiovisual y se están apoyando en el corto para hacerlo. Se le da mas difusión, se centran en promover y expresar su diversidad como problemática y eso lamentablemente no ocurre acá. En Chile la gente anda por su cuenta, la propia industria busca nuevos talentos, busca abrir nuevos espacios, es interesante que nuestros auspiciadores se preocupen y como premio especial del festival otorguen US$ 20 mil para la realización de un corto. Otro aspecto es llegar a producir en 35 milímetros, debemos alcanzar y utilizar ese formato, para mejorar la calidad y poder exportar a Europa.
¿Cree que el cortometraje explota mas el lado "underground" en sus temáticas?
No, eso es un mito, la mayor parte de los directores buscan desgraciadamente tomar el corto como una etapa en su desarrollo para llegar al largometraje, esto debilita mucho el corto en la búsqueda de su propia identidad, lo hace un género de paso y eso es dramático. Nosotros apostamos a aquellos realizadores que buscan utilizar "los recursos de la cortitud", es decir, no hacer algo cuyo objetivo es mostrar lo bien que dirigen actores, los buenos manejos de cámaras, luces, montaje, el hecho de exhibirse para saltar a la siguiente etapa.
¿Conforme con el desarrollo de este festival?
Sí, debemos encontrar la comprensión de las autoridades del país para pensar que este tipo de esfuerzos no son en el marco del mercado, se concretan en el campo cultural y por lo tanto jamás van a ser un negocio. Nuestro Propósito es mostrar y no generar un negocio, por lo tanto no podrá sobrevivir sin apoyo y recursos.
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