Pasión de multitudes
Domingo soleado. Plaza de la ciudad de Buenos Aires. Un grupo de jóvenes corretea detrás de una esfera de cuero que debe ser introducida a las patadas, en el espacio entre dos piedras. Un juego raro, sí. Pensarlo de manera fría y desapasionada, probablemente nunca llegue a explicar por qué es el deporte más popular de Argentina y del mundo.
¿Cómo nace esa pasión en nuestro país? Surge con motivo de la llegada de barcos al puerto de la ciudad, cargados de ingleses, quienes lo practicaban en su patria. El primer partido de fútbol del que se tengan datos ciertos, se jugó en la zona donde actualmente se encuentra el Planetario. ¡Que feliz coincidencia! El lugar donde se observan las estrellas...
Con la creación de los organismos rectores, se comienzan a disputar campeonatos más o menos organizados. De ellos surgen nombres de equipos campeones como Saint Andrews, Lomas Athletic, English High School, etc., hasta que aparece un equipo que marca un hito en la historia amateur del fútbol: el Alumni. El noticiero Glücksmann, que registraba todos los acontecimientos políticos y sociales, no mantuvo al margen a los principales sucesos deportivos del país. Su equipo eternizó muchos de los partidos del Alumni, incluyendo el histórico triunfo sobre el equipo sudafricano en 1906.El equipo de los hermanos Brown, causa sensación en la época. Obtiene 9 títulos entre 1901 y 1911 y es considerado el mejor equipo del amateurismo.
Por esos años surgen dos pequeños clubes, en un barrio poblado de inmigrantes llegados desde Génova, Italia: el barrio de La Boca. El 25 de mayo de 1901 se funda el Club Atlético River Plate y el 3 de abril de 1905 el Club Atlético Boca Juniors, quienes serán los grandes animadores del fútbol argentino hasta nuestros días.
El Alumni se disuelve, y la posta la toma el Racing Club, un nombre colocado en homenaje a un club que existía en Francia. Este club obtendrá varios títulos durante la última parte de la década del 10.
Pero no todo es color de rosa. En Estados Unidos se produce en 1929, el crack financiero más importante de todos los tiempos, y nuestro país recibe los coletazos. Los jugadores quieren cobrar por jugar al fútbol. Esto provoca un cisma en el fútbol argentino que desemboca en la disputa del primer campeonato del profesionalismo, durante el año 1931, que gana Boca Juniors.
Al año siguiente se produce otra revolución. El otro modesto equipo del barrio de la Boca, River Plate, ya mudado a las luces del centro, se gana el mote de “Millonarios” cuando contrata por diez mil pesos moneda nacional a Carlos “Barullo” Peucelle y al “Mortero de Rufino” Bernabé Ferreira, entre otros. Por supuesto ese año, River gana el campeonato.
En la década del ´30, “la década infame” por los turbios negociados en el Estado, aparecen grandes figuras del balompié argentino. Basta mencionar nombres como: José Manuel Moreno, Francisco Varallo, Arsenio Erico, Vicente de la Mata, Antonio Sastre, Diego García, Herminio Masantonio, Alberto Zozaya, Enrique Guaita, Manuel “Nolo” Ferreira, Emilio Baldonedo, Isidro Lángara. También en 1930 se juega el primer campeonato mundial de selecciones nacionales, en Uruguay, donde el equipo local obtiene el título al vencer a Argentina por cuatro goles a dos.
En la década siguiente, la calidad de los jugadores logra superar la de aquellos que brillaron en el pasado. Es la década de oro, que no pudo ser completa con la obtención de un campeonato mundial a nivel de selecciones nacionales, debido a la segunda guerra mundial. Entre los jóvenes valores surgidos de las divisiones inferiores de los clubes, se encuentran nombres de la talla de: Alfredo Di Stéfano, el trío Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino en San Lorenzo de Almagro, la máquina de River: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Angel Labruna y “Chaplín” Félix Lousteau, Mario Boyé.
La década del 50, está llena de matices. En primer lugar, el 16 de julio de 1950 se produce en Brasil el llamado Maracanazo. Uruguay vence al local por dos goles a uno, y desata una tragedia en aquel país. Mientras tanto, el fútbol argentino, que no había asistido a ese torneo, continuaba con sus progresos. Racing Club se convierte en el primer equipo en obtener tres títulos locales seguidos (1949, 1950 y 1951).
Es la década de River Plate. Obtiene los campeonatos disputados en los años 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957. Es la época de Amadeo Carrizo, Néstor Rossi, Walter Gómez, Ernesto Grillo, etc. La selección argentina obtiene el primer triunfo ante la selección inglesa, en un encuentro disputado en el estadio de River Plate. Es el día del famoso gol de Grillo.
Pero fue un decenio con altibajos. Y vaya si los hubo. En 1958, el combinado argentino viaja a disputar el mundial a Suecia. Luego de un regular comienzo, se produce otra bisagra en la historia. La selección de Checoslovaquia nos barre del campo de juego, con un resultado de seis goles a uno. Es la debacle. Los jugadores son recibidos en el Aeropuerto de Ezeiza a monedazos.
Esta situación provoca que los presidentes de esos dos antiguos clubes modestos de origen boquense, hoy devenidos en grandes instituciones mundiales, Sres. Antonio Liberti (River) y Alberto J. Armando (Boca), pongan en práctica el “fútbol espectáculo”. Es decir, obtener la victoria a cualquier precio y de cualquier manera, y comprando la mayor cantidad de jugadores de renombre.
Este es el comienzo y la síntesis de la década del 60. Se comienzan a jugar torneos continentales. El más importante de todos: La Copa Libertadores de América, que los equipos argentinos obtendrían en: 1964 INDEPENDIENTE (Argentina); 1965 INDEPENDIENTE (Argentina); 1967 RACING CLUB (Argentina); 1968 ESTUDIANTES DE LP; 1969 ESTUDIANTES DE LP (Argentina) y 1970 ESTUDIANTES DE LP (Argentina).
Con apretada síntesis, llegamos a la década del 70. River Plate obtiene el título luego de 18 años de frustraciones en el año 1975, e Independiente y Boca Juniors ganan la Copa Libertadores en los años 1972, 1973, 1974, 1975, y 1977 y 1978, respectivamente. Estos hechos marcan la década. Para ésta época surgen grandes valores de nuestro fútbol, que marcarán otra etapa jalonada de grandes logros nacionales e internacionales. Los jugadores que se destacan son: Norberto Alonso, Ricardo Bochini, Héctor Scotta, Carlos Bianchi, Ubaldo Fillol, Hugo Gatti, Roberto Perfumo, y otros que sería imposible enumerar.
Y así aparecen, quienes merecen párrafo aparte: es la época de dos jugadores claves, en la selección argentina:
- Mario Kempes, quien gracias a su juego y sus goles, fue determinante en la obtención de nuestro primer título en un campeonato mundial de fútbol. Ese mundial fue organizado por Argentina en el año 1978, y en medio de la gravísima situación social. Nuestra representación venció en la final a Holanda por tres goles a uno. El entrenador era César Luis Menotti. Atrás quedaban las frustraciones de los mundiales jugados en 1930 y 1958.
- Diego Maradona: según algunos el mejor jugador argentino de todos los tiempos. No pudo estar presente en el mundial de 1978, pero será pieza clave en la selección argentina por quince años.
En la década del 80, se producen grandes hitos. La selección argentina conquista su segundo título internacional, en el mundial organizado por México en 1986. Vence en la final a Alemania por tres goles a dos. Es el mundial de “la mano de Dios” y del “gol de Maradona a los ingleses”. Un torneo que quedará grabado en la memoria de los amantes del fútbol argentino para siempre. Su entrenador: Carlos Bilardo. También en ese año, River Plate conquista su primera Copa Libertadores, al vencer al América de Cali. También Independiente y Argentinos Juniors (club donde surge Diego Maradona), ganan el torneo continental en 1984 y 1985 respectivamente.
Inevitablemente, en el fútbol argentino se producen dos hechos marcados por la naturaleza, que no pueden evitarse. En primer lugar, que los grandes jugadores envejecen, y en segundo término, que no pueden repetirse continua e indefinidamente los éxitos. Con estos estigmas, queda marcada la década del 90. La selección argentina pierde la final del mundial disputado en 1990 en Italia, ante Alemania por un gol a cero, y se produce el retiro de Diego Maradona. A pesar de ello, Vélez Sarsfield y River Plate obtienen la Copa Libertadores en las ediciones de 1994 y 1996 respectivamente. El fútbol argentino continúa obteniendo logros internacionales y sus jugadores son reclamados por los mejores clubes del mundo.
Con el comienzo del siglo XXI, ese panorama no varía. Boca Juniors obtiene la Copa Libertadores en sus ediciones de 2000, 2001 y 2003, y los seleccionados juveniles argentinos, de la mano del entrenador José Pekerman, conquista los títulos mundiales en la categoría Sub 20, en los años 1995, 1997 y 2001. La calidad de nuestros footballers, como se decía antiguamente, está asegurada.
Más de cien años de historia del fútbol argentino, rememorando las hazañas y los grandes ídolos que son venerados por todos aquellos que gustan de esta pasión. Nombres, fechas, resultados, y una serie de imágenes que se encuentran en la memoria del pueblo argentino. El negociado y el espectáculo no pueden mejorar la situación económica de los que menos tienen, ni establecer pautas para la creación y mejor distribución de la riqueza. Tampoco logrará reducir el flagelo de la inseguridad cotidiana. Pero lo que sí es seguro es que, durante los noventa minutos que dura un partido de fútbol y en la semana anterior y posterior al mismo, millones de personas estarán pensando que su equipo es el mejor del mundo; sufrirán por las derrotas y gozarán con las victorias; polemizarán en bares, en sus trabajos, y en sus hogares. Se despertarán, respirarán y se volverán a dormir hablando de su equipo. ¿Los motivos? Los mismos por los que dan ganar de ir a una plaza, a ver como corretean los chicos detrás de la pelota de cuero, y aquellos por los cuales es imposible no desear que gane uno de los dos equipos que participan...
Para traer todo esto al cine, “Fútbol argentino”, es una buena opción.
Un film documental que cuenta en imágenes todo lo dicho anteriormente. Ni más ni menos que la historia de nuestro fútbol.
El film se organiza a través de tres ejes narrativos: uno deportivo, que a la vez se subdivide en los torneos locales y las copas mundiales, otro referente al contexto político en que transcurren aquellos, y un último testimonial de los actores de la historia: hinchas y jugadores.
Es interesante el planteo que hace el film al mezclar los tres ejes. No sólo por el tipo de estructura que conforma, sino por la lectura que compone de los orígenes del fútbol nacional. La fórmula arroja la respuesta a más de una pregunta de esas que amenazan con quedar planteadas para siempre. Relación dirigentes y dirigidos, hinchas y estrellas, naciones y sus selecciones, técnicos y jugadores, técnicos y políticos gubernamentales. Un seguimiento que acusa mucha investigación histórica y que se esfuerza por mantener una línea objetiva con respecto la historia del fútbol argentino, cosa que fácilmente podría inclinarse a justificar alguna que otra macana, pero no. Firme, este film trata de contarnos todo tal cual fue.
El único salto que presenta es al llegar a la década del ’80. ¿Cómo no hacerlo...? Un binomio de palabras lo explica todo. Diego Maradona.
Cuando llega el momento de contar la aparición del astro de fútbol, los tres ejes que hasta ahora llevaban el relato, aparentemente obnubilados también por la magia, abandonan el film. Por un lado, es entendible. Las imágenes hablan por sí solas. Pero tal vez un cierre general a toda la primera parte, hubiese sido lo ideal.
Ficha técnica:
Fecha de estreno: 19/4/1990
Dirección: Víctor Dínenzon
Guión: Osvaldo Bayer
Investigación: Julio César Pasquato y Enrique Macaya Márquez
Montaje: Juan Carlos Macías
Música: Luis María Serra
Producción: GEA Cinematográfica
Distribución: Transeuropa*
* Datos extraídos de R. Manrupe / M. A. Portela, Un diccionario de films argentinos, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2001.
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