La intención de esta traducción es la de ver el fútbol con los ojos de un director de cine que filma partidos para el Canal + de Francia. En esta entrevista que pertenece a un dossier especial que publicó la revista
Cahiers du Cinéma se refiere a la forma en la que filmó el Mundial de Francia 1998.
 Después de mi primer directo en Antenne 2 (1)
en 1979, el jefe de deportes, Robert Chapatte, me dijo: No ubicó las cámaras como los otros, no vuelva a hacer nunca eso. Había solamente intentado instaurar el plano contra-picado que resalta la noción de esfuerzo físico, por ejemplo la detención vertical. Es un útil necesario en el cine para dar la idea de movimiento.
Kurosawa lo utiliza enormemente en Los siete samuráis . Para esto, hacía falta instalar cámaras sobre el terreno, al ras del césped. Como no hay zanja alrededor de los estadios franceses, hice fabricar plataformas giratorias en madera (especie de zócalo que permite un movimiento rotativo de una cámara ubicada en el suelo) de forma tal que el camarógrafo este sentado y bien instalado. Soy camarógrafo, sé cuán fundamental es el estar confortablemente instalado para filmar bien.
Aprendí mucho con Henri Carrier. Es un realizador que sabía lo que filmaba. Conocer el deporte es esencial para realizar bien. Tengo una visión personal de este oficio. No tradicional en todo caso porque vengo del cine. Intenté instalar una escritura, un recorte, un montaje más cercano al cine. Pero aplicándole el directo. Se trata de respetar a la vez las leyes del directo, del deporte, y las del cine. Tanto al nivel de las relaciones entre los cuerpos de los atletas como respecto a la sucesión de planos generales -primeros planos y, más recientemente, del travelling. Este último es el arma absoluta del cine. Permite acompañar a los actores que se hablan estando siempre a su altura, de forma estable y precisa. En los Juegos Olímpicos de invierno en Nagano, vimos en patinaje de velocidad una cámara que iba más rápido que los corredores, era una aberración. Del lado del deporte, también hay reglas a respetar. Se trata de un guión a retransmitir. Y este esta lleno de incertidumbres. Se trata de traducirlos intensamente por el sonido y la imagen. Es un drama, con unidad de lugar, de tiempo, de acción. Y la escena es muy grande y contiene muchos actores, de 30 a 120.000 ya que los espectadores son también actores.
En la realización, siempre esta el riesgo del error. La única solución sin riesgo, es filmar general con una sola cámara. El plano cerrado es un riesgo, pero es también un fuerte. En Canal +, pasamos de cinco a diecisiete cámaras. Los abonados habrían fallado si la realización hubiera quedado avejentada. Con una realización fuerte, mejoramos a veces el espectáculo del partido.
También podemos arruinarlo. Una retransmisión, son 80 personas que deben estar en forma y sincronizadas en el trabajo. Pero no puede haber un partido perfecto. Realizo directos desde hace dieciocho años y no estaré jamás en la cumbre de mi arte. Durante un ralenti, siempre se puede perder algo. Recuerdo una hoja de Serge Daney la que me reprochaba de apropiarme el espectáculo tauromáquico cuando filmaba la corrida. No puedo refutarlo. A partir del momento que tenemos dos cámaras y las movemos, cambiamos el espectáculo. No tiene forzadamente nada que ver con lo que se ve en el estadio. Es como si estuviésemos en el estadio con pantallas por todos lados. Remarco sin embargo que el espectador esta cada vez más frustrado. Al encontrar una pantalla, su reflejo ahora es buscar la información de una falta o un fuera de juego.
 Me parece que los otros realizadores no aportan muchas novedades, son demasiado tímidos. Mientras que las innovaciones son infinitas, claro que en la medida en que se respete al atleta. Hay que traducir el espectáculo honestamente. Poner una cámara bajo las narices de un corredor a la partida de los 100 metros lo molesta y lo obliga a cambiar su mirada. Si nos acercamos demasiado a un banco de suplentes en el fútbol, también nos hacemos echar y es normal. En este caso, la innovación, es una pequeña cámara telecomandada. En los 100 metros, habrá que poner el objetivo necesario para filmar de lejos y obtener una imagen verdadera.
Si queremos retomar las principales etapas de mis innovaciones en las retransmisiones, vuelvo a mi primer directo en el que descendí las cámaras al piso. Después, para la final de la Copa de Francia 1983, el fantástico gol de José Touré fue puesto en relieve por una cámara puesta en el suelo detrás del arco. En esa época, todas las cámaras estaban ubicadas en las tribunas salvo una en el medio. También estuve apalabrando durante un mes para obtener el derecho de meter una cámara sobre el techo del estadio Parc de Princes. Después, en el Euro 84, contra la opinión de la UEFA, puse una cámara detrás de los arcos.
En la sesión de penales entre España y Dinamarca, por primera vez, teníamos al ejecutador del penal en primer plano y estábamos ubicados detrás del arquero. Lo utilicé en directo, para vivir la angustia del arquero en el momento del tiro penal, lo que no puede pasar en un plano general. Ubiqué además una cámara en el interior mismo de las redes. La juzgaron esteticista , cuando en realidad puede ser útil y brindar una información más. En una imagen, podemos tener una sensación muy fuerte y justa: el goleador frente al arco, el defensor y el arquero impotentes, el público detrás.
Generalmente, hay posiciones privilegiadas en el estadio. Yo intenté acercar al telespectador a esos lugares. Así, instalé cámaras a los dieciocho metros de altura para ver los fuera de juego y los corners desde el directo. Esto limita el campo de visión y da cuenta de la justa percepción de la acción. El ralenti no sirve entonces para más que para confirmar o afinar la visión. Y además, está sin duda el travelling que desgraciadamente no se pudo usar en esta copa del mundo (3)
a causa de las prohibiciones de las autoridades del fútbol. Y están además todos los detalles que dan una legibilidad inmediata al juego y sobre los cuales insistimos: trazar las líneas con la tiza (se ve mejor), mejorar la iluminación, cortar el césped en el sentido del ancho para ayudar a la visión fuera del juego.
Me niego a quedarme en las cosas establecidas. Hay forzosamente evoluciones, es un arte joven, que tiene apenas cincuenta años. Hay que hacer evolucionar, no ejecutar. Es un oficio para hacer con pasión: tomar riesgos, sino la llama se apaga. Guy Roux, el entrenador de Auxerre, dice siempre: El ideal en realización, es Jean Paul Jaud a condición de hacerle un lavado de cerebro antes del partido para recordarle las reglas elementales del fútbol, ¡ De hecho como a mis jugadores! La próxima revolución, es el arbitraje-video. Yo estoy a favor, como Arsene Wenger, el entrenador de Arsenal, cuando dice: No les podemos pedir rigurosidad a los jugadores toda la semana y ser robado por un arbitro en este nivel de profesionalismo. Es insoportable para el mismo arbitro, y para el telespectador...>
El cuaderno de cargas de la copa del mundo es muy restrictivo. Esta prohibido por ejemplo filmar un penal desde atrás de los arcos. Argumento: si es reenviado, se puede perder de vista la pelota. No hay tampoco travelling
mientras que sí se utilizó en las retransmisiones en Francia, en Alemania y en España. Es entonces un retroceso con respecto a lo que se hace mejor. Todo el mundo tiene miedo de los Ayatollahs de la FIFA y del informe que van a hacer. Tanto que las elecciones de los realizadores para las semifinales y finales se hacen por mérito . Encima, no se tiene en cuenta la televisión en las elecciones esenciales. Para construir el Estadio de Francia, los arquitectos no tuvieron en cuenta ninguna de nuestras indicaciones. Uno hasta se pregunta si saben que la televisión existe. Para la copa del mundo, perdimos posiciones de cámara fundamentales. En Nantes, desde la creación del estadio en 1984, teníamos una posición precisa para el plano corto.
Tuvimos que dejárselo a la seguridad. Ahora, el plano corto es mucho más alto. En Toulouse, tuvieron la buena idea de cambiar de lado los bancos de suplentes. Desde ese momento, los entrenadores tienen el sol en los ojos...
Hablo a veces de realización con mis amigos de cine. Pero hablo sobretodo con los telespectadores. Me felicitan, me hacen reproches, pero nunca por los medios técnicos. Si aprende, un gran cineasta puede realizar un directo. Pero instantáneamente, es imposible. Se trata al fin de cuentas de mirar quince pantallas a la vez y de ver en el momento indicado lo que hace falta. La mirada personal del realizador pasa automáticamente por la forma de filmar un partido. Damos cuenta de una forma forzadamente pasional. Hay que ser subjetivo, sino se pierde la identidad, devenimos máquinas. Aún si nos fijamos reglas. Todo esta recortado ya que cada cámara tiene un rol, una focal precisa para tal tipo de acción. Muchas ideas me vinieron viendo cine, yendo a ver películas mudas en la Cinemateca. Pero también viendo televisiones extranjeras, especialmente Alemania. Y después, esta Inglaterra con sus estadios que diríamos hechos para la tele. El campo está realzado, no hay alambrado, el recinto, el decorado ofrecen un plano general innegable. Seguro, un cineasta podría aportar ideas suplementarias. Pienso en Godard o
en Lelouch que tendrían sin duda una mirada interesante. O Luc Besson por su sentido del ritmo... Pero cuidado. Todas las nuevas reglas (multitud de pelotas, pases al arquero, etc.) aceleran demasiado el juego y quitan tiempos muertos importantes para el realizador.
Notas:
(1) Reportaje de Philippe Doucet al director Jean-Paul Jaud. Cahiers du Cinéma N. 526. Dossier Filmar el fútbol
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(2) Canal de t.v. francés.
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(3) Referencia al Mundial de Francia 98.
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