Un comentario sobre el corto “44” de Damián A. Leibovich
Una historia que en 12:25 minutos se permite proponer a través de la puesta de cámara jugada más efectiva al relato, una fotografía casi expresionista, un montaje súper clásico que incluye hasta planos de ubicación para el espectador, una historia de suspenso con un personaje atrapado entre dos espacios. Uno onírico y otro real, que por supuesto no están claramente separados, un poco para apoyar el suspenso en que está inmerso y otro tanto, estimo, porque si fuese tan simple como para plasmarlo en un cortometraje sería todo mucho más fácil, ¿no?.
Más allá de estas cuestiones existenciales, es un corto que logra el clímax de suspense, incluso hasta homenajeando (porque si no sería robo) al mismísimo Hitchcock en alguna acción del personaje. Con una estructura narrativa más circular que cronológica, el director trata de explicar por qué la curiosidad mató al gato, o le mostró al hombre que la verdad no siempre es color de rosa. Ropa sucia afuera.
Lara Decuzzi
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