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:: Una diosa dibujada

Betty Boop ¿una flapper de mentira?

Comenzó como un perrito cantante diseñado por Grim Natwick dentro de los estudios de los hermanos Fleischer. Aparece por primera vez en “Dizzy dishes” (1931) acompañando a Bimbo (que sí permaneció como un perrito) haciendo una parodia de la cantante Helen Kane (1) y nacida para competir con Mickey Mouse de la Disney que estaba arrollando con su éxito. Pero Betty hizo lo suyo, al punto que Helen Kane se retiró de los estudios porque su fama se vio severamente resentida con el surgimiento de su particular competidora.
Los mejores cortometrajes se hicieron entre 1932 y 1933 hasta la aparición del código Hays, que se empeñó en sacarle la liguita y alargarle la pollera, desde que cobró fuerza en 1934.
La censura de Hays, hay que decirlo, tenía material interesante más allá de que se tratara de un dibujo animado; desde los temas musicales de Cab Calloway donde se hacía tangencial mención a temas como la droga, el alcohol y el sexo, hasta los villanos que siempre querían apoderarse de ella.
En 1939 se hicieron los últimos cortometrajes de Betty Boop que abandonaría los escenarios hasta 1988 cuando hace una pequeña aparición en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who framed Roger Rabbit?, Robert Zemeckis, 1988) acompañando en escena a la bella Jessica.
En 1932, en el corto “Any Rags” pasó de ser un perrito a una belleza con curvas redondeadas pero no tuvo nombre hasta “Silly scandals”. Dejaba de tener orejas de perro para tener femeninos aros y adquiría las envidiables curvas de una mujer. Proceso logrado a través del “rotoscopio” del cual los Fleischer fueron pioneros en su uso.
Seguramente la censura de un feligrés no veía con buenos ojos que en “Silly scandals”, mientras cantaba “You are driving me crazy”, se queda sin su corpiño o en “Popeye the Sailor” en 1933, Betty y el musculoso marinero bailan juntos el Hula-hula.
La voz de Betty Boop fue hecha, también, por varias mujeres incluyendo a Annabel Little, Margie Heinz, Kate Wright y Bonnie Poe, pero Annabel Little y Mae Questel fueron de las más importantes. Mae Questel haría lo propio con Olivia, la siempre dispersa novia de Popeye.
A partir de Hays, no sólo cambió su aspecto y su atuendo, sino que tuvo más papeles como solterona desdichada, niñera o maestra. Antes era una dama que podía valerse por sí misma, que se cuidaba sola y que sabía pasarla muy bien. Aún a pesar del culto que se generó alrededor de su carnosa silueta, ese culto estuvo reservado a unos pocos dada su naturaleza vamp y su popularidad nunca alcanzó los niveles a los que llegaron Mickey Mouse y Bugs Bunny.
Fueron más de 80 cortometrajes donde Betty Boop ganó la pantalla y fue convirtiéndose en una estrella con la fuerza de más de una estrella de verdad. Betty Boop tuvo que lidiar con un jefe que quería abusar de ella en “Betty Boop´s Big Boss” (1933) donde su trabajo se veía amenazado a menos que ella hiciera cierto innombrado acto para que finalmente le preguntaran ”¿Qué tal si me das un besito?” y ella respondiera con un cachetazo. En “Poor Cinderella” (1943) su pollera era soplada por el viento y toda clases de escenas reservadas para films de adultos se veían en “Betty Boop´s Ups and Downs” (1932). En “Jack and the Beanstalk” (1931), aún con sus graciosas orejitas, es rescatada del gigante que la tiene presa. En “Betty Boop in Blunderland” (1934) hace una recreación de Alicia en el país de las maravillas pasando a través de un espejo y siguiendo a un conejo en un viaje iniciático en más de un sentido. En “There is something about a soldier” (1934) ofrece un beso a todos los valientes que se alisten en la Armada. Claro que los valientes sólo engrosaban las filas del ejército para recibir el dulce beso de la joven uniformada… ¡Terrible trasgresión vestida de hombre…!
Este dibujo arrojó luz sobre tabúes religiosos y sociales que existían alrededor de la mujer en la década del ´20. Flappers como Betty Boop marcaron tendencia física y socialmente. Ellas se vestían sexy, usaban mucho maquillaje e, incluso, fumaban; les gustaba beber alcohol y bailar al ritmo del jazz. Las mujeres empezaban a estar más inmersas en un mundo reservado hasta entonces exclusivamente a los hombres. Empiezan a ganar espacio en actividades sociales o deportivas y, aunque se suponía que debían volver a la casa y cocinar, ya no eran sólo las amas del hogar. Betty Boop era el prototipo (de mentira pero muy en serio) de ese nuevo estilo de vida rebelde; las mujeres se volvían tan importantes como los hombres.
El personaje de Betty Boop no sólo era sexy sino también cambiante y llegaba a perder la ropa bailando, exagerando el costado más provocativo de las flappers. Ellas podían ser tratadas de prostitutas pero sólo estaban representando un cambio en la vida de los años locos. No era imprescindible que fumaran o bebieran, alcanzaba con que la pasaran bien. Betty es comparable con las flappers reales porque, principalmente, muestra su capacidad para traspasar los límites “normales”.
Como suele ocurrir, la sociedad y organismos pertinentes fueron acotando los límites de lo que se podía y no se podía hacer. Pero casualmente ese desafío y juego con los estereotipos es lo que hizo que Betty Boop haya traspasado las barreras del tiempo. Betty Boop denuncia la emergencia de la mujer americana independiente. Betty Boop asumió diferentes identidades a lo largo su vida pública, desde ser una perrita antropomorfa hasta adquirir diferentes razas y distintas medidas en su cuerpo. Se convirtió en un icono que intimidaba a la audiencia con su sensualidad y con sus temas controversiales.
Betty Boop y las flappers eran víctimas del cambio. Ellas introdujeron un nuevo estilo, con polleras por encima de la rodilla y el pelo muy corto, ¡como varón! Betty Boop llevó los ideales de muchas de esas nuevas mujeres a la gran pantalla. Su aparición en cine multiplicaba el surgimiento de chicas que, simplemente, querían pasarla bien. Betty Boop exageraba lo que en la vida real se convertía en deseo e ideal. Actrices como Louise Brooks, Clara Bow o Ruby Keeler pueden entenderse dentro de esta categorización.
Betty Boop ha sido una criatura censurable que escandalizaba a la América del ´30 construida sobre los basamentos de una sociedad naciente y perdurando en el tiempo como una criatura sugestiva y erótica.


Notas:
(1) (1904 – 1966) Famosa como la chica “boop-boop-a-doop” cuya aguda voz con acento del Bronx fue copiada por los Fleischer para Betty Boop.


Por Natalia Taccetta (natalia@solocortos.com)
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