De Emiliano González Portino/Juan Pablo Rainieri
Un corto que se propone contar más con las imágenes que con palabras. Y decididamente lo logra. Es la historia de un niño de la calle que nos recuerda a aquellos ya retratados por Truffaut o por Buñuel en “Los 400 golpes” y “Los olvidados” .
En pocos minutos se desarrolla una historia simple, y no por eso menos cruda, que sin la necesidad de la palabra, pero sí del sonido, nos lleva hacia un final que tiene mucho de homenaje y un poco menos de resolución narrativa. Sin embargo, esto último pasa desapercibido ante la mirada que privilegie una imagen lograda, aunque más no sea por reverenciar a los más grandes, en vez de diálogos fútiles como nos tienen acostumbrados otros medios audiovisuales. A fijarse de qué lado están.
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