Durante el enero próximo pasado se proyectó en el MALBA (Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires) el film “Plaga Zombie: Zona Mutante”, una
producción que enrieda a extraterrestres, al FBI y a un grupo de
profesionales amantes del cine. En esta conversación cuentan su historia y se
develan sus gustos, preferencias y su gran secreto para hacer cine: haciéndolo.
- Primero les pedimos que cuenten algo de la historia de conformación del grupo.
FARSA Producciones fue creada en 1990 por Pablo Parés y Hernán Sáez, que por ese entonces tenían unos 11 o 12 años. Luego se sumaron Berta Muñiz, Walter Cornás y Paulo Soria, que junto a Hernán y Pablo son la base que sostiene a la productora. A partir de esa época empezaron a hacer cortometrajes como hobby, algo que venían queriendo hacer desde hace rato ya que siempre se dedicaron al dibujo, la música, etc. Hasta hacían pequeñas obras de teatro caseras. Los cortometrajes tenían música, títulos, efectos, edición... Y el nombre de la productora figuró desde siempre. Hasta el momento, FARSA tiene hechos unos 120 cortos (la mayor parte en video, pero también en 16 y 35 mm).
La primera época de FARSA, digamos del año ´90 hasta el ´95 o ´96, fue la que más cortos dio: alrededor de 80. Lo que sucedió es que los cortometrajes eran cada vez más largos y más trabajados. Hubo un período en el que sólo se hacían mediometrajes. Uno de los que marcó la diferencia en cuanto a cómo se trabajaba la producción fue “El Ataque Del Vampiro Espacial”, que se trataba de un homenaje a las películas de Ed Wood. El arte era bastante bueno y logrado, así como en los demás rubros, como actuación, dirección, musicalización, etc. ¡Tenía hasta poster!
Para ese momento, FARSA Producciones ya contaba con la colaboración de muchas otras personas como los dibujantes Diego Parés, Pablo Payó o Esteban Podetti. Y gente como Pablo Vostrouski que componía y ejecutaba la música de todas las producciones. FARSA realizó cortometrajes de todos los géneros, yendo de la comedia al policial o del terror a la ciencia-ficción.
Al mismo tiempo que la cantidad de producción iba disminuyendo, la calidad de la misma iba aumentando. Hasta que en 1996, un mediometraje de ciencia-ficción titulado, por ese entonces, “Bienvenidos a La Tierra”, se convirtió el primer largometraje de FARSA Producciones que todos conocemos: “Plaga Zombie”, que se terminó en 1997. No hubo un “salto” al largometraje, sino que subimos un escalón más, como debería ser.
- Que contaran cómo surgen las historias.
En realidad las historias surgen todo el tiempo. Todos los integrantes de FARSA siempre tienen montones de historias en su cabeza que quieren contar y las historias caprichosas fueron realizadas en forma de cortometraje, por eso sólo las más interesantes llegan a realizarse como largometrajes. Pero no hay una forma definida de surgir. Lo que pasa es que muy pocas de ellas (por miles de motivos) llegan a tener forma de guión. En cuanto a las películas que hicimos hasta ahora (refiriéndonos a los largometrajes) cada una surgió de una forma distinta. “Plaga Zombie” nació de ese mediometraje... Pensamos algunos personajes, vimos qué teníamos disponible para utilizar en el rodaje, y nada más. Eso luego fue unido por una historia que nos pusimos a pensar.
Todo lo contrario pasó con “Nunca Asistas A Este Tipo de Fiestas”, nuestro segundo largo. Pablo Parés y Berta Muñiz trajeron una idea, luego junto a los demás, armamos una historia, la dividimos en 6 partes, cada uno de los tres directores (Paulo Soria, Pablo Parés y Hernán Sáez) tomaron 2 partes cada uno y escribieron esa porción del guión. Finalmente las 6 partes armaron un guión completo.
Y la idea para “Zona Mutante” surge como una forma de continuar con la aventura de “Plaga Zombie”, no queríamos que baje el ritmo, debía seguir subiendo, con acción desde el primer minuto.
- ¿El género es un punto de partida o el lugar al que llegan?
De algún modo no pasa ni una cosa ni la otra... o mejor dicho, las dos al mismo tiempo. El género (hablando de ningún género específico, sino del concepto) es algo con lo que el 99,9% de la gente que mira cine convive desde que nace. Y si uno se dedica a hacer películas, es algo que está presente todo el tiempo. Obviamente, cuanto uno más conoce un género (por ejemplo el terror) más puede trabajar sobre él y reelaborarlo, ya que respetar todas sus reglas, a esta altura de la historia del cine, es algo de lo que resultaría una película cuadrada y aburrida. Una de las formas que mejor resultados da en la reelaboración de los géneros (al igual que en la música) es la fusión. Lo que sucede es que en el caso de FARSA Producciones, a raíz de todas las influencias que tenemos, esa fusión se da una manera casi inconsciente. Por más que el resultado no sea una película de género puro, ésta siempre termina siendo incluida dentro de algún otro género o subgénero. Es así como esa reinclusión en un género hace que haya cierto tipo de público que siga esas producciones.
En cuanto a nuestras películas, hay un público básico que es el de adolescentes y gente joven, la gente que va a las comiquerías, la gente que le gusta el cine de terror y ciencia-ficción. Ese es un público interesado en ver lo que hacemos partiendo de su interés por ese tipo de géneros. Luego hay un público al que le gusta el cine en general, como sería nuestro caso, que se interesa por ese tipo de películas sólo por el hecho de ser una producción independiente. También están los niños que pudieron ver, por ejemplo, “Plaga Zombie” o “Plaga Zombie: Zona Mutante”. Ellos son los que más se divierten y mejor entienden lo que contamos. Lo que pasa que no es un público que decide 100% por sus propios medios lo que quieren ver.
Por último está ese público potencial, que no es cinéfilo, pero que le gusta ir al cine y alquilar películas, que no tienen posibilidad de llegar a ver nuestras películas por un tema de que no podemos hacer la publicidad suficiente como para que sepan que existen. Las veces que ese tipo de espectador, por una causa u otra, llegó a ver algunas de nuestras películas, quedó sorprendido. Por un lado, porque no sabía que acá en Argentina hubiera gente haciendo esa clase de cosas y, por otro lado, porque se entretiene, se ríe y se asombra que con tan poco dinero pueda lograrse algo de cierta calidad.
- Cuál es la relación con formación académica cinematográfica de algún tipo.
Algunos de nosotros han estudiado cine, luego de haber terminado “Plaga Zombie”. Resumidamente, podemos decir que sirve estudiar cine, principalmente porque conocés gente y ves películas que de otro modo no hubieras visto. Y si ya venías filmando de antes, como es nuestro caso, sirve para hacer consciente ciertos recursos que quizá ya utilizabas pero no sabías ni cómo se llamaban. Lo que sí hay que decir es que si estudiás cine, pero nunca agarraste una cámara en toda la cursada, va a ser difícil que puedas hacer algo digno. La mejor forma de aprender cine es haciéndolo.
En cuanto a los estudiantes de cine, en general nuestra relación es relativamente buena, más que nada con los alumnos de los primeros años, que todavía no fueron influidos por ciertos profesores cuadrados que se empeñan en hacer ver que el cine de género no es “arrrte” (con tres errres). O también nos relacionamos bien con gente que está terminando de estudiar y sabe lo que quiere, y no está dudando entre si “rompe o no el eje”. También están los estudiantes de cine que nos aborrecen por hacer películas de tiros con sangre, pero bueno... esos ya no tienen camino de retorno.
Lo que sí es bueno es que alguna de las escuelas de cine, te siguen apoyando en tus proyectos después de haber terminado de estudiar ahí.
- ¿Cómo es la no-relación que tienen con el ambiente institucional del INCAA?
Es una mezcla de todo eso. Por un lado nunca nos ocupamos de llevar un proyecto al instituto. Así de simple. Nunca sentimos gran interés por hacerlo porque hasta ahora nunca lo necesitamos. Todo lo que produjimos hasta el momento pudo ser autofinanciado. Si en algún momento se tiene que dar, se dará. Por otro lado, es bueno ser independiente (realmente independiente) y hacer lo que uno quiere sin tener que depender de otra gente o de fechas, o del dinero de otro.
- Cómo financian sus películas.
En realidad no hay muchas vueltas. Lo único que hacemos es escribir películas que sabemos que pueden ser producidas por nosotros. Además hay mucha gente que nos ayuda y colabora, porque le interesa lo que hacemos y quiere ser parte de eso. No hay mayor interés que el de hacer cine y saben (hay pruebas suficientes) de que lo que hagan va a quedar incluido en un producto terminado que hasta puede llegar a verse en otros países. Nosotros casi no tenemos equipo (cámaras, luces, etc.) así que también hay gente que ayuda muchisimo ya con aportar algo de eso. La clave es no limitarse, tratar de sacar lo máximo de lo poco que se consigue. Si trabajamos con actores sin experiencia tratamos de exprimirlos al máximo, si grabamos con una cámara no profesional tratamos de mejorar la imagen lo más posible en post-producción. Nunca nos tiramos a menos por no contar con los medios suficientes. Esto lleva muchísimo trabajo, hay que ser muy constante y seguir intentando mejorar y mejorar.
- Plaza Zombie: Zona Mutante parece ser la producción más costosa de las otras de largometraje. Cómo se las arreglan para producir su cine en la total independencia.
Nosotros empezamos desde chicos y desde los primeros cortos siempre rodamos con lo que teníamos a mano. Eso nos sirvió para acostumbrarnos a hacer todo con poco y no gastar el dinero en estupideces. Es casi negarse a gastar. Por eso podemos autofinanciarnos. Con “Plaga Zombie” y “Nunca asistas a este tipo de fiestas”, luego de terminarlas, hicimos ediciones en video y las vendimos. Con eso pudimos recuperar y ganar plata. “Plaga Zombie: Zona Mutante” todavía es muy reciente. Si bien fue relativamente más costosa que las otras dos, es una película de bajísimo costo. Tuvo un costo inimaginablemente bajo para lo que es el cine en general. Lo que pasa es que siempre la gente piensa que la película sale más cara por lo que se ve en pantalla. Y creemos que eso es bueno. Como mínimo una película tiene que demostrar lo que costó o parecer más cara... No parecer de menos y haber salido más, como pasa muchas veces que una película argentina, por ejemplo, sale 1 millón de pesos y son dos tipos hablando. Y para cerrar lo de “Plaga Zombie: Zona Mutante” y cómo recuperar el dinero invertido, no en Argentina, pero en el mundo hay varias distribuidoras (sobre todo las que se dedican al cine de género) que se interesan por este tipo de productos. La mejor forma de llegar a ellas es enviando las películas a festivales y que se hagan conocidas allí, o por los sitios de internet que estas distribuidoras tienen, y son muchos. De esa forma se puede llegar a ganar algo de dinero. Una clave es encarar los rodajes con tranquilidad, grabando no más de tres jornadas por semana. Teniendo a dos o tres responsables que aporten lo poco que puedan se reduce muchísimo la cantidad de dinero que hay que invertir para el rodaje, porque se distribuye en el tiempo.
- ¿Cómo acogieron la propuesta del MALBA de proyectar su película en horario central de viernes y sábados?
La verdad que cuando nos propusieron eso, nos pareció buenísimo. No sólo porque la película puede verse con la mejor calidad de imagen y sonido, sino porque también se proyecta en un entorno completamente distinto al usual, llegando a gente que de otra forma no se interesaría por ella.
- ¿Cómo ven la situación del cine independiente en Argentina hoy?
¿Cuál de todos los cines independientes? Para no dar muchas vueltas, la realidad es que lo más difícil para una película independiente en Argentina (y sé que en el resto del mundo pasa algo parecido), es lograr la exhibición. A partir de ese momento, podés esperar a que el instituto ponga la película cuando se le dé la gana (privilegiando a las películas de estudio o de multimedios... una de las cosas con las que no estamos de acuerdo de su política) o podés proyectarla en los ámbitos realmente independientes, aunque sea por un par de semanas. Y si tenés la suerte de que el Instituto te “regale” el dinero necesario para cumplir con los estándares de calidad necesarios para estrenar comercialmente, lo más probable es que no recuperes los costos, ya que prácticamente todas las películas independientes argentinas no se mantienen más de una o dos semanas en cartel. O sea, se encara el proyecto sabiendo que va a ser un fracaso comercial. Más allá de eso, no hay mucho más que hablar... Quizás lo mejor es agarrar una cámara, un puñado de amigos y, con mucho esfuerzo, hacer una película (conocemos gente que lo hizo). De ahí a que sea buena, es otra cosa.
- ¿Cómo surge Zona Mutante? ¿Cómo empiezan las ideas y las tramas?
“Zona Mutante” surge en 1998 de las muchas ganas que teníamos de revivir a los personajes de la primera “Plaga Zombie”. La historia de PZ ZM fue armada por Pablo Parés y Hernán Sáez y luego Pablo escribió casi todo el guión. Pero no hay una forma definida de cómo surgen las ideas o las historias. Puede haber mil maneras. La mayoría de las veces, lo que son las historias o sinopsis de las películas, puede surgir de cualquiera de los integrantes de FARSA. Luego, en cuanto a la escritura del guión, los que más se dedican a eso son Pablo Parés, Hernán Sáez y Paulo Soria.
- Qué influencias manejan...
Cine, de todo. Cada uno de nosotros ve de todo y al ser tantos, hay variedad en los gustos, lo que enriquece a nuestras películas. Si hay que nombrar directores modelo o guías, podemos nombrar a las influencias más tempranas e inconscientes como las películas de Disney, Spielberg o Lucas. Ya más conscientemente está gente como Hitchcock o Carpenter. Dentro de lo que consumimos y mezclando los gustos de todos hay que hablar de Sam Raimi, Robert Rodríguez, Tim Burton, Robert Zemeckis, Scorsese, Howard Hawks, Peter Jackson, Orson Welles, comedias de los 80´s, Fellini, Lynch, Coppola, Leone, Kurosawa, Alex de la Iglesia, las de Jeunet y Caro, los hermanos Coen, películas de mujeres cavernícolas... y más (una mezcla variada y sacrílega para muchos). Si agregamos TV: Cha Cha Cha, Monty Python, Benny Hill, los Simpsons, Ren & Stimpy, Batman, Superagente 86, Biondi, Pelito...
- ¿Cuál creen que es el principal logro de su trabajo?
Quizás el principal logro de nuestro trabajo haya sido ocupar dignamente un lugar del cine argentino que no estaba ocupando nadie. Y eso sin medios ni nada. Además siendo reconocidos por mucha gente a la que hay que agradecer por el apoyo que siempre nos dio. Y también poder demostrar, o servir de referencia de que se puede hacer cosas sin depender de nada ni de nadie, ni siquiera del dinero.
Les agradecemos mucho por la entrevista.
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