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:: La luna y el sexo

El primer rasgo que se impone al analizar la filmografía de Bigas Luna es sin duda su profusión creativa. Lleva concebidos hasta el momento catorce largometrajes, numerosos cortometrajes, escribió algunos de sus guiones y participó en todos ellos. Es, además, artista plástico y fotógrafo y continúa haciendo exposiciones. Lo que también cabe aquí destacar es que toda su obra está por completo bañada de sexualidad y erotismo.



"El sexo es un acto de vida, de sobrevivencia que permite la continuidad de la especie; en el momento en que una acción sexual se transforma en algo más, cuando la finalidad no es sólo la continuidad de la especie, el erotismo aparece como el gran protagonista, el rey. La copulación frente a frente en la que los dos participantes se miran a los ojos es una invención humana y no es practicada por ninguno de los otros mamíferos (...)” Bigas Luna (1)

Bigas Luna prefiere que su cine sea definido, no como sexual, sino como vital. Es un cine hecho por alguien que ama la vida, para dar ganas de vivir. Se entremezclan, entonces, sus placeres convertidos en imágenes que cuentan historias, el sexo, las mujeres bellas, la sensualidad, la sexualidad, su tierra a orillas del mediterráneo y la comida de su lugar.
Sin embargo, no todo el cine de Bigas Luna contiene exactamente los mismos ingredientes. Él mismo ubica su filmografía en diferentes etapas. Aquí, algunas de sus películas para apreciar particularidades.

Los ojos del placer (caniche, 1978)
(Consol Tura: Eloísa, Ángel Jové: Bernardo)

Film de principios de su carrera como cineasta, B. Luna la clasifica como perteneciente, junto con Bilbao (1978) y Anguish (angustia, 1987), a su “Época Negra”. Tiempos que define como de especulaciones conceptuales e intelectuales en los que carecía de interés por el espectador.
Sería poco sincero decir que esto no se nota. Caniche es una historia sobre dos hermanos que conviven en una misma casa unidos por un vínculo enfermizo. Pero, como el nombre del film lo indica, esta historia de amor es un triángulo entre ellos y el perro que ella ama. Al clima absolutamente desquiciado y oprimido se agrega la fascinación de los hermanos por los perros. De hecho, forman parte de una asociación que tiene como fin la creación de una ciudad canina.
La personificación de estos animales por parte de los hermanos y su propia animalización son totales. Y esta totalidad es llevada hasta el extremo. Logrando salir airoso de la compleja creación de una verosimilitud de esta realidad alterada, el film se vuelve sumamente perturbador. Pero son los extremos a los que, desafiante, nos conduce, los que podrían ser aunque sea discutibles.
Bernardo está celoso por la relación de su hermana con su caniche, Danny. De hecho, Eloísa sacia todas sus necesidades con el perro. Vemos, entonces, cómo ella incita a su Danny a practicarle sexo oral mientras su hermano, escuchando la escena, resopla como el can. Y vemos, también, cuando Eloísa descubre a su hermano intentando tener relaciones con un perro.
El film contiene en su construcción y definición meritorios aciertos. Pero podemos anclar el debate sobre hasta dónde el espectador es en estos casos olvidado, o si se trata, más bien, de una forma de agresión. Él mismo Luna clasifica esta etapa oscura a la que “Caniche” pertenece como arrogante y provocadora.

Las edades de Lulú (1990-91)
(Francesca Neri: Lulú, Oscar Ladoire: Pablo y María Barranco: Ely)

"El erotismo es una creación intelectual que los animales desconocen. Uno de los mayores patrimonios del ser humano. Pertenece a eso que llamamos imaginación, se estimula a través de la mirada y el tacto. Está en la cabeza. El erotismo es la dimensión humana de la sexualidad, aquello que la imaginación añade a la naturaleza (...).” B. Luna (2)
“ Las edades de Lulú” vino a sumarse al cine llamado erótico. Es la historia de una mujer que, siendo adolescente, se inicia sexualmente con Pablo (amigo de su hermano), con quien después se casará. El sexo se transforma para Lulú en una aventura fascinante y en la unión más sólida con su pareja. Juntos se lanzaran a la experimentación en busca del constante disfrute. Pero el sexo y sus juegos, lo que Lulú definirá como su válvula de escape, será, finalmente, una debilidad que la llevará a la destrucción.
En particular, esta destrucción comienza en una situación en la cual Lulú, vendada y atada, es presa de un juego erótico en el cual su marido incluye, sin ella saberlo en un principio, a su hermano. Una vez superada la gran prohibición del incesto, Lulú no puede seguir junto a su marido. Lo que resulta interesante es que, perdida en sus propios deseos, Lulú ya ni siquiera sabe si es este hecho el que la lleva a alejarse de Pablo. Está, más bien, perdida, insegura. Perdió, sabiéndolo o no en ese momento, tal vez el único y último límite que tenía.
Entonces sobreviene su caída. Desesperada, busca satisfacerse por todos los medios. Y se arriesga sin noción alguna, hasta el final. Su única guía es su apetito sexual. Quien actuará simbólicamente de ayudante, previniendo a Pablo del estado de Lulú y de que anda en cosas pesadas, será Ely, travesti que conocieron estando aún juntos. Ely, a quien encontraron en la calle y llevaron con ellos una vez, pero que fue dejada de lado en el acto sexual de la pareja, ella que conoce el submundo del sexo porque vive en él, quien se sacrificará para la salvación de Lulú.

Jamón, Jamón (1991-92)
(Penélope Cruz: Silvia, Javier Bardem: Raúl)

“La gastronomía y el erotismo son dos constantes en buena parte de mi obra. El sexo y la comida son dos acciones primarias de lo que llamamos vida. Y lo que yo cuento en mis películas sale y se inspira en la vida. El erotismo es al sexo, lo que el gusto a la comida.” B. Luna (3)
Metáfora ibérica, Luna ubica a “Jamón, Jamón” en su segunda etapa creativa, en la que incluye también a “La teta y la luna” y “Huevos de oro” para conformar su trilogía ibérica. “Etapa roja”, de índole más pasional, en donde según sus propias palabras se aleja de la agresividad de sus primeros tiempos para acercarse a la ironía y a lo humano. Y sitúa, además en este período, el inicio de su relación con el espectador. (4) Y es, probablemente, cierto.
“Jamón, Jamón” inicia la exposición del universo de Bigas Luna. Y la película lo respira. Se trata de un universo imaginario y metafórico, pero a la vez sumamente fresco y genuino. La belleza, el calor, los colores, todo confluye para acentuar un clima de deseo visceral.
Silvia, de sensual y pequeño vestido colorado, está enamorada del dueño de una fábrica de ropa interior masculina. Queda embarazada de él pero la madre de éste, para evitar la unión, envía para seducir a Silvia a un viril y apuesto cuidador de jamones que es también modelo de la fábrica de prendas íntimas masculinas. El masculino y dotado Bardem, cuyas fotos invadirán las escenas. Y, claro está, después de la insistencia de Raúl, Silvia se enamora carnalmente. Pero no sólo es atraída por la fuerte presencia del jamonero. El deseo se pasea y envuelve a todos los personajes.
La excusa está planteada para el discurrir de una simbología erótico-culinaria- regional. Y, a la vez, universal: porque B. Luna pinta aquí su aldea. O su visión de ella. Y de este modo no sólo permite en este film el acceso del espectador sino que lo seduce para que sea éste el que desee degustarlo.
“(...)Hasta ahora, utilizo la representación de iconos con simbología que magnifico, idealizo. Cuando hice “Jamón, Jamón” por ejemplo-que fue cuando más claro tuve esto-digo, bueno la niña del pueblo y tal; el chico que cuida jamones... Esta gente, dije, vamos a hacerlos héroes. Esta gente que son gente de la calle, pues yo los voy a idealizar: el tío más guapo que encuentre, la chica más guapa que encuentre. En el cine lo que la gente quiere ver es esto.” B. L. (5)
Bigas Luna se remonta a los tiempos de la tragedia griega, a la esencia de esto de contar historias. Y utiliza y adapta aquí los conceptos aristotélicos clásicos. Los protagonistas debían ser en sus tiempos nobles, pues aquí serán héroes. El espectador debe admirarlos y, a la vez, identificarse con ellos. Son héroes pero son humanos. Lo que es seguro es que da gusto verlos. Y la belleza conmueve. Y esto hace que el espectador baje sus defensas y se deje llevar. Y de esto se trata.

La teta y la luna (1994)
(Estrellita: Mathilda May, Biel Durán: Tete)

Para narrar esta historia sobre el despertar sexual de un niño catalán, Tete, B. L. se vale de una combinación de irreverencia y ternura. Tete, celoso por el nacimiento de su hermanito y de la atención que ésta le prodiga a él, transformara su frustración en un deseo de encontrar una teta que le dé leche. Como su madre sólo se la brinda a su hermanito, le pide a la luna que le envíe una para él. Y va descubriendo que el que llena a la mujer de leche es el hombre cuando hacen el amor. Y a través de los ojos de esta mirada, Luna se permite imágenes cargadas de una suerte de realismo mágico. Estrellita, bailarina del circo, es la elegida para amamantarlo. Pero Estrellita tiene más pretendientes contra los que Pete deberá luchar. Por empezar, está casada con un francés que se especializa en el circo en un número de “flatulencias”. Por esto la comida que Estrellita le prepara tiene como base siempre la coliflor. Este es el espíritu del film que se maneja con códigos que están en el límite de lo escatológico y lo surrealista. Y el film se va construyendo como la pirámide humana que hacen los habitantes del pueblo, en la que Tete compite con otro niño, arriado desde abajo por los gritos de su padre, para llegar a la cima. Y así va construyendo su salida al mundo.
“En La teta y la luna representé por primera vez una allattatrice. Pude introducirla sirviéndome de la imaginación de Tete. La secuencia que refleja esta imagen es una de las que más me gusta de mi filmografía; en ella Estrellita saca uno de sus pechos, lo presiona y da su leche a Tete, que la bebe a chorro como si viniera de un porrón mágico y de buena hechura.”B.L. (6)

La camarera del Titanic (1997)
(La camarera: Aitana Sánchez Gijón, Horty: Olivier Martínez)

“La camarera del Titanic” es un film que a los críticos les gustaría nombrar como de un Bigas Luna “maduro”. Él mismo lo ubica en una etapa de mayor madurez en la que prefiere trabajar con historias de otros autores que hace suyas trabajando con una gran rigurosidad en su propio relato.
Es real que en este film, el romanticismo es la clave, a diferencia de otros más carnales del realizador.
Horty triunfa en un campeonato de resistencia física organizado por su empresa y de premio recibe un boleto para ver la partida del Titanic. Pasa una noche en un lujoso hotel acompañado por la camarera que le solicita que la albergue, pues no tiene donde quedarse. Ella lo seduce de forma evidente y lo invita a compartir la cama que él le había cedido. Pero Horty, si bien comparte la cama con ella durante esa noche, físicamente está paralizado. En contraposición, su cabeza, desde esa noche no descansará. Sueña con ella pero cuando despierta ella ya se ha ido.
Va a presenciar la partida del barco y la ve subir mientras le toman una foto, que comprará por tratarse de lo único tangible de su amor. Cuando vuelve a su pueblo, lo acosan los rumores sobre una supuesta infidelidad de su esposa. Pero esto es sólo un elemento más de la imposibilidad que siente de poder continuar con su monótona vida. Sus compañeros están ansiosos porque cuente sus aventuras. Pero él no tiene ninguna. Y frente a la necesidad de los otros de escuchar un cuento, descubre la posibilidad de contarlo. Alejado del margen de realidad y ficción, y dentro de la ficción de la película, Horty comienza a crear en su mente la historia de amor que no tuvo. Cada vez son más las personas que acuden noche tras noche a oírlo. Y su placer al contar va creciendo de forma paralela. Como si de esa manera poseyera a la mujer que lo cautivó. Así, su vida se va llenando de una emoción que la cotidianeidad le había quitado. Hasta su mujer debe permitirle que continúe con su narración comprendiendo que nada de lo que él cuenta ocurrió, pero entendiendo también que, más allá de “lo real”, la verdad sigue siendo que la mujer amada es otra y no ella.
Horty vivirá de sus historias, hasta que la camarera que creía hundida en el Titanic vuelve enterada del suceso a reclamar su parte del dinero. Es una prostituta que creyó aquélla noche que el protagonista era un hombre rico del que podía conseguir dinero. Pero esta es la camarera real, no la que Horty ama. Entonces prefiera matarla simbólicamente, y darle el dinero y algo suyo, como él guardó su foto, para que sea ella la que ahora cargue con el deseo.
“La camarera del Titanic” hace poesía. Es una película sobre la capacidad humana de crear sentimientos, a pesar de todo. Y de la lucha por no perderlos. La sublimación del deseo de vivir y contar historias le otorga a la historia un relieve emotivo y atemporal. Una otra dimensión. Y nos toma por completo como al público de Horty, y como a él mismo.

La amante de Goya (Volavérunt, 1999)
(La Duquesa del Alba: Aitana Sánchez Gijón, Godoy: Jordi Molla, Goya: Jorge Perrugoría).

Luna se basa en este film en el histórico asesinato de la Duquesa del Alba en el Siglo XVIII. Así, entre castillos y vestidos con sugestivos escotes entrama esta historia de pasión y traición con la estructura de un policial. Y logra reflejar belleza dándole cuerpo a las célebres pinturas de Goya, artista máximo y protagonista de la época. Pero detrás de esta belleza se abre el abanico del crimen, de la intriga y sus mentiras.
Goya fue un enamorado amante de la Duquesa del Alba y se cree que a ella perteneció el cuerpo modelo con el que pintó “La maja desnuda”. Sin embargo, en estos misterios del cuerpo, diversas investigaciones coinciden en que se trataba, en realidad, de otra mujer. O que fue realizado tomando ambos y transformándolos en una sola pintura. Estos interrogantes de la historia confluyen en este film que retrata la belleza y sus ocultamientos. Nada de lo que se ve, en realidad es. Todo es apariencia, la belleza oculta lo monstruoso, lo siniestro.
Luna encuadra este film formando parte de su filmografía europea, en donde refleja este período de aparente esplendor de la historia española. Y lo hace en esta costosa producción que logra transmitir el espíritu de la época en la que se sumerge.
Goya fue un enamorado amante de la Duquesa del Alba y se cree que a ella perteneció el cuerpo modelo con el que pintó “La maja desnuda”. Sin embargo, en estos misterios del cuerpo, diversas investigaciones coinciden en que se trataba, en realidad, de otra mujer. O que fue realizado tomando ambos y transformándolos en una sola pintura. Estos interrogantes de la historia confluyen en este film que retrata la belleza y sus ocultamientos. Nada de lo que se ve, en realidad es. Todo es apariencia, la belleza oculta lo monstruoso, lo siniestro.
Luna encuadra este film formando parte de su filmografía europea, en donde refleja este período de aparente esplendor de la historia española. Y lo hace en esta costosa producción que logra transmitir el espíritu de la época en la que se sumerge.
“Volavérunt” es el título que Goya dio al dibujo que hizo de la Duquesa de Alba volando con mariposas en su cabeza y monstruos a sus pies. La película se ha estructurado en tres partes, tres épocas que corresponden al significado de esta palabra mágica que es “Volavérunt”. “Vola” de volar, es la primera etapa en la que los personajes hacen volar sus fantasías, sus amores, deseos y pasiones. “Me has hecho volar”, le dice Goya a la Maja después de hacer el amor en su estudio. Todos están llenos de vida y ninguno puede llegar a imaginar lo que va a ocurrir. (...) “Ver”, de ver, de mirar, de vivir para ver (¡lo que hay que ver!, se dice en España), es la parte de las intrigas, los rencores, las manipulaciones, las pequeñas venganzas, las relaciones más perversas, las infidelidades, las traiciones. Todos siguen amándose pero desconfían el uno del otro. Son corazones heridos, corazones rotos. (...) “Unt” es la parte del gran misterio: ¿Quién mató a la Duquesa? La intriga, el suspense, un asesinato bello, construido sobre la espiral de lo siniestro, de los odios y de las venganzas.” B. Luna (7)


Notas:

(1) Entrevista a Bigas Luna de M. Camí –Vela (12/99)
(2) Entrevista a Bigas Luna en Penthouse (07/99)
(3) Entrevista a Bigas Luna en Penthouse (07/99)
(4) Entrevista a Bigas Luna de M. Camí –Vela (12/99)
(5) Entrevista a Bigas Luna de M. Camí –Vela (12/99)
(6) Entrevista a Bigas Luna de M. Camí –Vela (12/99)
(7) Entrevista a Bigas Luna de M. Camí –Vela (12/99)

Para encontrar las entrevistas y más información del director consultar en www.bigasluna.com


Por Natalia Weiss (nataliaw@solocortos.com)
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